Preguntas Frecuentes

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Aurora Rives Martínez Psicólogos es un centro de psicología que ofrece a sus pacientes un método psicoterapéutico breve, profundo y eficaz. Hemos conseguido integrar en nuestra terapia psicológica las técnicas más útiles que existen en la actualidad para la resolución de los problemas de índole psicológica, emocional y psicosomática.

Estamos ubicados en la ciudad de Elche, donde ofrecemos servicios psicológicos a personas que quieren sentirse mejor, buscan resolver un problema, reenfocar una situación o simplemente ponerse en movimiento.

También realizamos acciones formativas que ofrecen a sus participantes la oportunidad de avanzar en su crecimiento personal y contribuyen a mejorar su bienestar emocional.

En esencia, consideramos que casi el 100% de nuestra forma de ser, de nuestra personalidad, es fruto de nuestras experiencias. Aunque nacemos con fuertes predisposiciones genéticas o biológicas, es el aprendizaje el que nos hace que estas potencialidades fragüen o cristalicen en una u otra dirección. Por ello cada uno de los periodos de nuestra vida son importantes porque posibilitan experiencias y aprendizajes y se va moldeando nuestra manera de ser.

En síntesis, de forma rápida y concreta, o progresivamente a lo largo de los años, nuestros problemas emocionales son fruto del aprendizaje. Cuando alguien sufre una depresión, un trastorno de la ansiedad o un problema de alimentación, no está loco, ni enfermo, ni es débil, sencillamente ha sido víctima de una serie de desafortunadas experiencias.

La terapia consiste en enseñar una serie de técnicas y estrategias psicológicas probadas científicamente para que la persona afronte su problema emocional y lo maneje hasta eliminarlo. El psicólogo es un entrenador y la terapia es un proceso de entrenamiento o reaprendizaje donde se elimina el resultado de malas experiencias.

Desde un punto de vista metodológico, la terapia Cognitivo-Conductual es una disciplina científica. La eficacia de las técnicas o la veracidad de los modelos, no se basan en escritos u opiniones más o menos brillantes o creativas, sino en datos experimentales. Cuando por ejemplo se afirma que la «Exposición in Vivo» es el tratamiento de elección para la agorafobia, se dice así porque hay cientos de estudios que lo demuestran.

La terapia cognitivo conductual consta de 4 fases: evaluación, explicación de la hipótesis, terapia y seguimiento.

  1. La fase de EVALUACIÓN

Consiste en que el profesional averigüe toda la información necesaria sobre el problema de la persona que solicita la ayuda. Esta es la primera fase y de ella dependerá el éxito de la terapia, dado que el tratamiento terapéutico se basará en la información obtenida en esta fase inicial. Es de gran relevancia la implicación de la persona ya que es el informador por excelencia y cualquier dato omitido puede constituir una obstrucción para el proceso terapéutico.

La fase de evaluación es la dedicada a recoger información del caso por medio de entrevistas, cuestionarios, observaciones, y de ser necesario, sesiones con familiares o amigos, etc.

La fase de evaluación suele prolongarse durante una a dos sesiones, su duración está en relación de las dotes informadoras de la persona, de la complejidad del caso y de las personas y variables implicadas en el mismo.

Esta primera fase, no termina realmente hasta el final de la terapia, dado que el/la paciente dará constantemente información acerca de sí mismo/a y el psicólogo siempre estará pendiente de la misma, analizando los cambios y las nuevas aportaciones.

2. La fase de EXPLICACIÓN DE LA HIPÓTESIS

Una vez recogida la información necesaria y más relevante del caso, el terapeuta organizará todos los datos adquiridos de modo que se pueda realizar una completa comprensión del mismo.

Se trata de contar con sumo detalle al paciente, toda la información relevante sobre su malestar. En nuestro enfoque es crucial que la persona comprenda el problema. En este estadio, se suelen presentar también las técnicas elegidas por el terapeuta.

La fase de exposición de hipótesis puede prolongarse durante una o dos sesiones antes de pasar a la fase de terapia.

3. La fase de TERAPIA

Con la información obtenida y una completa comprensión del caso, se entrenará a la persona en las técnicas y estrategias necesarias para superar el problema que le afecta.

El objetivo de esta fase es enseñar a la persona dichas técnicas y a revisar las mejoras que se van obteniendo. Durante esta fase, la implicación de la persona será de máxima relevancia, será la que, entre sesiones, probará cada una de las técnicas y estrategias aprendidas, la semana siguiente vuelve a consulta, aprende más estrategias, las practica, y poco a poco va mejorando, reduciendo su malestar.

Las sesiones de terapia son un entrenamiento, una revisión y un análisis de lo vivido entre sesión y sesión. Esta fase, suele tiende a durar entre 4 y 9 sesiones, aunque es muy variable según problemas y personas.

4. La fase de SEGUIMIENTO

Esta fase se inicia cuando el problema ya se ha solucionado y suele prorrogarse durante un año. Consiste en que, tras una mejoría estable, se distancian las sesiones que hasta el momento han sido semanales.

En esta fase se pasa, en primer lugar, a sesiones quincenales, más tarde mensuales, trimestrales y se prepara a la persona en prevención de posibles recaídas. Tras cierto número (variable en función de las características del caso) de sesiones distanciadas, se establece un calendario de llamadas telefónicas de revisión. Si tras este proceso de seguimiento los cambios y mejorías se mantienen satisfactoriamente para la persona y el psicólogo, se dará por finalizado el proceso de terapia

Los objetivos de la terapia pueden dirigirse a solucionar un problema concreto o bien a prevenir una situación de crisis. El objetivo de cualquier terapia es trabajar por el cambio como mecanismo de superación, potenciando recursos para lograr equilibrio y estabilidad, facilitando el bienestar y promoviendo la salud psicológica.

Aunque gracias a nuestro modelo de intervención basado en el uso de herramientas altamente eficaces podemos decir que nuestras terapias son breves y pueden reducirse aproximadamente a la mitad de lo que puede suponer normalmente un tratamiento psicológico, es imposible determinar con anterioridad su duración exacta, ya que ésta depende de varios factores como son el tipo de problema, su gravedad, el tiempo que lleve instalado, la reacción de la persona al tratamiento y de la colaboración y el compromiso del paciente con la terapia. Este compromiso es fundamental e implica, una vez que el paciente solicita ayuda psicológica, una asistencia regular a la consulta y la asunción de la propia responsabilidad en el proceso de cambio.

Es importante ser conscientes de que un problema que lleva conviviendo con nosotros mucho tiempo difícilmente puede resolverse en unas pocas sesiones. Nuestra experiencia nos indica que gran parte de los problemas se suelen resolver en un periodo aproximado que suele oscilar entre los tres y los seis meses. No obstante, algunos se resuelven en unas pocas sesiones y otros implican realizar una terapia de larga duración.

Somos conscientes de que realizar un proceso psicoterapéutico requiere asumir un gran esfuerzo personal y económico, pero creemos que no hay mejor inversión que la incide en nuestro bienestar y nos ayuda a alcanzar la mejor versión de nosotros mismos.

En un primer momento se recomienda asistir con una frecuencia semanal. Cuando la persona esté estabilizada se pasará a espaciar cada vez más las consultas (quincenal, mensual, trimestre) hasta el alta definitiva. El psicólogo deberá guiarse por los principios de economía y eficacia terapéutica. Por lo tanto, realizará el menor número de sesiones posible para lograr los objetivos establecidos.

La duración de una sesión de terapia está establecida en unos 60 minutos aproximadamente.

El profesional debe estar licenciado por una Facultad de Psicología de alguna universidad reconocida de España o con convalidación correspondiente. El profesional está obligado a facilitar información que lo demuestre. Y para la práctica profesional debe de estar colegiado/a. En la Comunidad Valenciana, en el Colegio Oficial de Psicólogos, en el siguiente enlace podrás buscar a los/las profesionales colegiados/as https://www.cop-cv.org/ventanilla-unica/busqueda-de-psicologos

Se trata de una relación profesional donde el psicólogo acompaña y orienta al paciente (pero sin dirigirlo ni juzgarlo) durante todo el proceso terapéutico. La relación terapeuta-paciente está fundamentada en el respeto mutuo, en la colaboración, en la credibilidad y en la confianza.

El espacio de la consulta psicológica es un espacio para el reencuentro con nosotros mismos, para re-conocernos, es decir, conocernos de verdad, en profundidad, aceptarnos tal y como somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos, fomentar nuestra autoestima (la estima por nosotros mismos) y resolver las dificultades que nos impiden sentirnos plenamente bien.

Podemos necesitar ayuda psicológica por diferentes motivos. No sólo es recomendable acudir a un/a psicólogo/a cuando no nos sentimos bien o no sabemos qué es lo que nos ocurre. Hay ocasiones en que si sabemos cuál es nuestro problema pero no sabemos cómo solucionarlo.

Hay personas que acuden a consulta porque se sienten mal individualmente, pero también este sentimiento puede ser compartido por la pareja o la familia. Otras personas requieren de nuestra ayuda psicológica por problemas relacionados con sus hijos, por trastornos del lenguaje o por problemas laborales. También se puede requerir ayuda psicológica cuando buscamos orientación, queremos desarrollarnos personalmente o queremos potenciar nuestros recursos.

En términos generales, se busca que la persona que acude al psicólogo modifique estilos desadaptativos de pensamiento y de conducta para lograr su equilibrio, bienestar emocional y psicológico.

Cualquier persona motivada para el cambio se puede beneficiar de la intervención psicológica. El único requisito es que la persona desee mejorar y se implique en el trabajo terapéutico.

Por supuesto, la confidencialidad es un requisito que impone la colegiación y uno de los deberes fundamentales del psicólogo. Además, esto es una obligación moral que sentimos por nuestras propias convicciones personales.

Un/a psiquiatra estudia y trata los procesos biológicos relacionados con la salud mental mientras que un/a psicólogo/a estudia y trata los procesos psicológicos (pensamientos, emociones y conductas) relacionados con la salud mental.

Su psicólogo le proporcionará ayuda psicológica, le ayudará a entender porqué se siente mal y a comprender el origen de sus problemas actuales, utilizará las técnicas más adecuadas para producir cambios emocionales, cognitivos y conductuales y le acompañará en el proceso de mejora en su calidad de vida superando sus limitaciones y sacando a la luz sus recursos internos para poder obtener el máximo provecho de ellos.

Puedes concertar cita por teléfono (Aurora: 644.896.287, Carlos: 697.186.321), escribiendo un correo electrónico auroramr@cop.es o rellenando el formulario de contacto de esta página. Nos pondremos en contacto a la mayor brevedad posible.

Aurora Rives Martínez Psicólogos

Hemos conseguido integrar en nuestra terapia psicológica las técnicas más útiles que existen en la actualidad para la resolución de los problemas de índole psicológica, emocional y psicosomática. Ofrecemos servicios psicológicos a personas que quieren sentirse mejor, buscan resolver un problema, reenfocar una situación o simplemente ponerse en movimiento. También realizamos acciones formativas que ofrecen a sus participantes la oportunidad de avanzar en su crecimiento personal y contribuyen a mejorar su bienestar emocional.