Ana M.
20 años
Perdí a mi madre, me agobiaba con los estudios, en casa era todo caos, y no podía más. Qué fortuna tan grande haberte elegido Aurora, no podré agradecerte todo lo que siento que has hecho por mí. Me has ayudado pacientemente a que mis miedos no existan, a organizarme, pero lo mejor de todo es a sentirme muy bien. ¡GRACIAS!