Existen muchas enfermedades crónicas donde los aspectos psicológicos y emocionales tienen un gran impacto. Por ejemplo, influyen tanto en la etiología de la enfermedad (las causas de origen) como en su mantenimiento a lo largo del tiempo. La Psicología de la Salud aporta un tratamiento complementario a pacientes crónicos aquejados de diversas enfermedades. Algunas de ellas son la Hipertensión, el Síndrome del Intestino Irritable, Enfermedades Degenerativas, Artritis, Enfermedades Reumáticas, Migrañas, Dolores de Cabeza, Oncología, etc.
Dependiendo de la enfermedad el tratamiento psicológico se centra en los siguientes aspectos:
- Ayuda en la aceptación de la enfermedad. Identificar las emociones que genera el enfrentarse al diagnóstico de una enfermedad crónica. Y así conseguir manejarlas de forma satisfactoria (miedo, frustración, ira, tristeza, ansiedad, etc.). En resumen, aprender a vivir con la enfermedad.
- Detectar los pensamientos negativos y enseñar habilidades para controlarlos. Posteriormente, transformarlos en auto-apoyo y pensamientos positivos que ayudan al paciente a vivir de forma saludable.
- Técnicas de Relajación y Solución de Problemas. Esto es, con el objetivo de reducir el estrés y la ansiedad que conlleva padecer este tipo de enfermedades.
- Modificación de hábitos insanos. Hábitos asociados a enfermedades (tabaquismo, alcoholismo, etc.). Para generar hábitos saludables que ayudan a paliar los síntomas.
- Por último, analizar de que manera la enfermedad afecta a las distintas áreas de la vida (familiar, laboral, social, sentimental, etc.). Y así favorecer el buen funcionamiento de éstas.